El Tarot Salvó mi vida
La primera vez que sostuve un tarot en mis manos, tenía 11 años, no sabía que estaba a punto de embarcarme en un viaje transformador que cambiaría mi vida. No sabía sobre el uso de estas cartas, simplemente quería tenerlas conmigo.
Mi amigo el Tarot
La primera vez que sostuve una baraja de tarot en mis manos, tenía 11 años. No sabía que estaba a punto de embarcarme en un viaje transformador que cambiaría mi vida para siempre. Tampoco sabía para qué servía; solo sentía una necesidad inexplicable de tenerlo conmigo. Por eso siempre digo que el tarot me encontró a mí.
Al entrar en la adolescencia, me encontraba perdida en mis pensamientos, sintiéndome al margen de la sociedad y luchando por encontrar un propósito. En ese momento, el tarot se convirtió en un amigo y compañero de vida. Las cartas se convirtieron en mi luz guía, iluminando mi camino con su sabiduría ancestral y permitiéndome ver más allá de mis problemas inmediatos.
El tarot me enseñó a escuchar mi intuición, a confiar en mis instintos y a encontrar respuestas dentro de mí misma. Nací con hipoacusia bilateral, una condición médica que implica la pérdida auditiva en ambos oídos. Esta situación me hizo sufrir bullying, ser introvertida y pasar sola en los recreos de la escuela. En esos momentos de soledad, cada tanto alguien se sentaba a mi lado y yo ponía mucha atención para "escuchar" lo que ese niño o niña quería relatar.
Comencé a llevar el tarot al colegio, y esas instancias de escuchar a otros se convirtieron en sesiones de tarot para profundizar en sus temas. Con cada lectura, descubrí nuevos aspectos de mi ser y de los demás. Aprendí a enfrentar mis miedos y desafíos con valentía y esperanza. Las cartas me ofrecieron una perspectiva diferente, una manera de ver el mundo que era a la vez mágica y profundamente real. Activaron mi "oído" del alma y, con el tiempo, me revelaron mi gran capacidad de "escuchar" a otros.
El tarot no solo me ayudó a encontrar mi propósito, sino que también me permitió conectar profundamente con los demás, brindándome la oportunidad de ofrecer guía y consuelo a quienes lo necesitaban. Los pensamientos adolescentes de inseguridad, negatividad y sentirme fuera de lugar, se desvanecieron. El tarot encendía una luz dentro de mí de tantas formas que, cada mañana, me invitaba a pensar en cómo amo vivir y cómo amo mi vida.
El tarot transformó mi vida y me dio las herramientas para inspirar a otros en momentos de indecisión y entender sus vivencias. Quienes me consultaban comenzaron a llegar orgánicamente; buscaban respuestas y guía, y juntos exploramos la sabiduría del tarot. Verlos encontrar claridad, paz y dirección fue una experiencia indescriptible. El tarot no solo les proporcionó respuestas, sino que también les ofreció sanación y empoderamiento.
Mi primer trabajo formal como tarotista fue para el portal www.terra.cl cuando tenía 14 años. Ahí escribía artículos sobre el tema y respondía consultas de quienes ingresaban sus datos.
En el camino, surgió de manera natural la opción de ofrecer clases de tarot a quienes me consultaban. Una nueva forma de ver los beneficios del tarot surgió. Los alumnos y alumnas de tarot también experimentan la magia y el poder de las cartas. A través de los talleres, he visto cómo el tarot despierta la creatividad, la intuición y el autoconocimiento en cada uno de ellos. He sido testigo de su crecimiento personal, de cómo han aprendido a confiar en sí mismos y a tomar decisiones con confianza y sabiduría. Han aprendido a ver la belleza en lo desconocido y a encontrar fortaleza en sus propios corazones.
Ya han pasado 25 años dedicados al tarot. Para mí, el tarot ha sido la máxima herramienta de crecimiento personal que resuena conmigo; ha sido un compañero fiel, un maestro y un amigo. Ha tocado e impactado mi vida de maneras que nunca imaginé posibles y ha extendido su influencia positiva a todos aquellos con los que he trabajado. Cada lectura, cada taller, cada conversación ha sido una oportunidad para compartir el amor y la luz que el tarot me ha brindado. Es por ello que me dedico 100% a esta herramienta.
Hoy, sigo compartiendo este regalo con el mundo, sabiendo que cada carta que se voltea tiene el potencial de cambiar una vida. Estoy agradecida por el camino que el tarot me ha mostrado y por la oportunidad de ser un faro de esperanza y guía para otros. Juntos y juntas, continuamos este viaje mágico, confiando en las cartas y en nosotros mismos, y abrazando el futuro con fe y optimismo.
Con amor para ti, Azabethd & el Tarot.